En esta nueva era identificamos en el mundo laboral unas necesidades que nos obliga a estar en constante cambio y para las organizaciones esto significa, una competencia mucho más amplia y dinámica, sin embargo nos surge la pregunta si ¿es posible que las empresas se adapten a estos cambios sin que sus líderes también estén dispuestos a cambiar sus características, y adquieran nuevas fortalezas que les permitan llevar a sus empresas hacia el éxito, en un mercado cada vez más saturado de opciones para los consumidores? Probablemente no, ya que quien no se adapta tiende a desaparecer, y el cambio debe comenzar desde los líderes de la organización, quienes deberán encontrar la forma más eficaz de lograr que los empleados tengan la camiseta puesta.
Teniendo en cuenta lo anterior, para el nuevo Gerente de Proyectos ya no será suficiente con cumplir a cabalidad con el tiempo, alcance y costo del proyecto, ahora será necesario que el mismo desarrolle habilidades blandas que le permitan lograr que el producto o servicio realmente alcance el objetivo planeado, pero esto solo será posible si se logra impactar al cliente final, cuidando sus particularidades como persona… “No importa cuán bueno sea el producto o servicio entregado como resultado de un proyecto, el mismo, solo generará valor a la organización si las personas lo utilizan correctamente”
Ahora bien, quien tenga la responsabilidad de liderar un proyecto deberá comprender que la gestión del cambio asume un papel muy importante, y que se enfrentará al desafío de lograr adherencia de las personas que serán impactas con el producto o servicio que resulte del proyecto, garantizando la creación de valor a mediano y largo plazo dentro de su organización; para esto deberá darle una racionalidad al cambio, explicando “cómo planea implementar el proyecto, por qué se inició y qué pretende lograr con él.”
Por lo anterior, comprendemos que el Gerente del Proyecto, deberá convertirse en el principal promotor del cambio, o GESTOR DEL CAMBIO, por lo tanto, es importante que desarrolle competencias que le permitan acercarse más a su equipo y sobre todo a su entorno humano, desde un liderazgo que motive, genere empatía, gestione emociones y sentimientos, fortalezca una comunicación asertiva, entre otros.
En los procesos de cambio, es fundamental estar preparados para la resistencia, por esto se deben generar estrategias que ayuden a gestionarlos; cabe aclarar que no existe una receta única para el plan de gestión del cambio, sin embargo, mencionaremos 10 tips que podrán ayudarlo en su rol.
- El gerente del proyecto es el principal gestor del cambio, pero se podrá apoyar de las personas de su equipo que el designe, sin embargo, el resto de la organización deberá ver su compromiso constante durante todo el proyecto y post proyecto. La constancia es la principal clave.
- El gerente del proyecto debe garantizar el respaldo del patrocinador, para que asuma el compromiso de acompañar las actividades que se planeen para fomentar el cambio. El trabajo y la comunicación desde la alta dirección, siempre jugará un papel muy importante a la hora de impactar al equipo.
- Se deberá crear una razón del cambio, un propósito y una identidad del proyecto además de comunicarla. Esto generará sentido de pertenencia y lo más importante, amor por lo que se hace.
- Garantice que las actividades del plan del cambio no van en contravía con la cultura de la organización. Todas las empresas, desde la más pequeña hasta la más grande tiene su dinámica interna, téngalo presente y no imponga, es fundamental que los colaboradores lo ven como un líder no como un jefe.
- Evalúe de manera detallada los perfiles de las personas impactadas por el proyecto y genere estrategias para que las mismas se adhieran al cambio cuidado sus particularidades. Todos somos un mundo diferente.
- El gerente de proyectos debe designar las tareas del plan de gestión del cambio a su equipo, según las diferentes aptitudes de estos. La idea es aprovechar al máximo las cualidades y talentos del grupo…si el equipo brilla, el gerente brilla.
- Crear planes de entrenamiento y gestión del conocimiento.
- Comunicar constantemente para evitar ruidos.
- Promueva espacios de interacción para gestionar conflictos, estrés, entre otros.
- Cacaree las metas cortas del proyecto y genere espacios de reconocimientos. Es importante recomendar que el plan del proyecto y el plan de la gestión del cambio no deben ser diferentes, estos deberán tratarse como uno mismo y el gerente del proyecto deberá manejar todas estas actividades en un único cronograma.
No se debe individualizar el rol del gerente de proyecto y gestor del cambio, para tener éxito en el impacto, se debe trabajar como un matrimonio. Se debe reconocer como un líder, un apoyo para el equipo, un guía que tenga voz, voto y compromiso, pero sobre todo que tenga credibilidad y claridad en que su principal recurso activo es: El Ser Humano.